22 / 01 / 2024

Rodrigo Espinoza – La Tercera

SEÑOR DIRECTOR:

Los recientes casos de corrupción a nivel municipal han puesto de manifiesto la necesidad de implementar reformas destinadas a prevenir futuros escándalos que puedan socavar la confianza pública. Es evidente que los alcaldes gozan de una amplia discrecionalidad tanto en la gestión presupuestaria como en la designación de cargos de confianza. Un claro ejemplo de esto ha sido la manipulación reiterada de los certificados de disponibilidad presupuestaria en el municipio de Maipú, comprometiéndose más de 30 mil millones de pesos.

Si bien los análisis de estos hechos serán exhaustivos, es igualmente crucial enfocarse en las soluciones. Para mejorar la situación actual, resulta esencial avanzar en la implementación de la Estrategia Nacional de Integridad Pública (ENIP). Esta estrategia busca fomentar un enfoque preventivo, yendo más allá del enfoque tradicional reactivo-sancionatorio. Además, es imperativo reducir el número de cargos de confianza a disposición de los alcaldes con el fin de basar las decisiones en criterios técnicos por sobre argumentos políticos partidistas. De modo complementario, la nueva estructura de Contraloría permitirá centrar sus esfuerzos en monitorear potenciales casos de corrupción dentro de los municipios. No obstante, se hace necesario robustecer dicha institución, mejorando su capacidad de fiscalización aumentando la dotación de personal. Otro aspecto por considerar es el colocar límites al uso indiscriminado de los tratos directos, principalmente cuando no existe un único oferente en un determinado rubro.

No podemos olvidar que la corrupción erosiona la democracia y sus instituciones, debilita la confianza pública y desvía la toma de decisiones en beneficio de unos pocos, incrementando así las desigualdades políticas y sociales.

Por Rodrigo Espinoza Troncoso, director Escuela de Administración Pública UDP, en La Tercera.

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